Pasados unos 4 o 5 años eran temporales las veces que iba a correr, gracias a un buen horario de madrugada me permitía tener las tardes para mi, y cogí la rutina de salir a correr hasta que un nuevo cambio de horario me hizo abandonar esta practica, hasta hace poco mas de un año.
Era muy intermitente, podía llegar a estar hasta 6 meses corriendo pero los horarios no me permitían hacer algo que me gustaba, que me relajaba, que me liberaba. Pero hace poco mas de un año me regalaron un Ipod y poco después descubrí el Nike+ que era un receptor y un sensor que calculaba tu ritmo, en un principio fue un capricho. En los meses de Enero y Febrero lo usé un par de veces, hacía frío pero era muy discontinuo pero poco a poco me volvió a enganchar, el buen tiempo, el guardar los registros de mis entrenamientos, el sentirme bien con mi cuerpo y el estar en forma me empujaron.
Solía rodar entre 3 y 5 Kilómetros. Mi primer reto fue las fiestas locales, que eran carreras de apenas 3K me sentía en forma y se disputaban 3 en 3 semanas, por lo que me apunté a la primera. Pero una semana antes caí enfermo, dolor de garganta, fiebre y estuve una semana en cama, cosa que no me había pasado antes en la vida, me iba a perder mi primera carrera. Un día antes de esa primera carrera ya con el dorsal me sentía bien, en mi cabeza rondó la idea de presentarme, pero esa misma noche me di cuenta que solo era un espejismo, me sentía cansado y no estaba recuperado osea que guarde el Dorsal de mi primera no Carrera como recuerdo y como nuevo reto a conseguir.
Me fui recuperando y seguí entrenando, fue duro entrenar a horas donde la temperatura rondaban los 35ºC hasta el mes de septiembre en que la temperatura bajó a 20ºC y noté una mejoría en mi ritmo y mis tiempos. Llegó el invierno y me propuse los 10K de la Sant Silvestre Barcelonesa que este año se celebraba en Sant Cugat por lo que estaba cerca de casa, y era una carrera casi nocturna, yo estaba acostumbrado a rodar por la tarde-noche y en invierno era de noche muchas veces entrenaba a oscuras. Esos meses también fueron duros, el frío de algunos días rozaban los bajo cero y de mis 3 a 5Km comencé a realizar entre 7 y 8 inclusive unos cuantos 10K para saber si aguantaría.
Llegaba la fecha tenia mi Primer dorsal y me propuse dos retos, terminar los 10K y bajar de los 50 minutos. Visitando la web de la carrera encontré el recorrido, me lo descargué en el móvil y cogí la bicicleta para ver como era. Así sabia como podía organizar la carrera y el ritmo.
Llegó el día que amaneció lluvioso pero el piso se secó y gracias a la lluvia la temperatura se moderó. El día fue duro pero conseguí llegar no muy cansado por lo que me preparé y me puse al final del todo, era mi primera carrera y además masiva osea que decidí ir a mi ritmo y no encontrarme con la aglomeración de gente, pero resultó imposible.
Nada mas comenzar tuve que situarme a un lado para ir avanzando, era difícil conseguirlo porque cuando no se paraba alguien de repente y debías esquivarlo, alguien te cerraba el paso y te hacia frenar, pero conseguí un ritmo rápido, sobre los 4min/km pensé que era normal, el inicio era plano y estaba acostumbrado a entrenar en montaña pero decidí moderarme en el tercer quilómetro ya que sabía que pronto el recorrido seria mas duro, pero fui acusando problemas respiratorios, es lo que conlleva el invierno y el frío y por el quilómetro cuatro la dificultad de respirar bien me hizo coger flato. Era bajada pero se volvía plano el terreno.
Sentí un fuerte dolor, no era normal, siempre que tenia flato, si vale, dolía pero me permitía correr o trotar, aquel día me era imposible, pensé que era mi fuerte ritmo inicial pero lo había reducido a mis 5.15 que solía hacer de media en montaña por lo que se debió a una mala respiración. Eran unos 600 metros planos en los que solo podía caminar y todo el mundo me adelantaba, intentaba concienciarme “he de acabar, he de recuperarme pero no pasa nada por que me adelanten, mi primer objetivo es acabar” pero los esfuerzos por calmar el flato no servían para nada, intentaba trotar pero a los 3 metros volvía a caminar hasta que llegue a una fuerte subida, esta me permitió empezar a trotar y correr, tenia flato, dolía pero podía seguir y además podía adelantar, ya nadie me adelantaba y eso psicologicamente me ayudaba así que seguí tirando hasta coronar las dos subidas en la que el flato no había desaparecido pero si me permitía continuar.
Mi ritmo se reguló entre los 5 y los 4.45 de media, solía seguir a algunos para tener un ritmo y poco a poco iba avanzando. El recorrido era ya de bajada por lo que puse el punto muerto y me dejé llevar, mi ritmo mejoraba hasta llegar a los 100 metros finales. Allí me vi con fuerzas y para demostrármelo sprinté adelantando a los 4 corredores que tenia delante. Llegué exhausto, no rebajé mis 50 minutos por uno aunque no los hubiera dado por valido ya que mi GPS no llegó a marcar los 10K pero terminé que era mi principal reto.
En los 10 siguientes días no realicé ejercicio pues me puse malo pero poco después volví y analicé mi carrera mientras entrenaba y volvía a coger ritmo. Tuve un problema o cometí un error pero me sobrepuse y aprendí a gestionar una carrera, es una experiencia para la próxima carrera. Por que lo importante es disfrutar, conseguir tus retos, sentirte bien y aprender de todo.
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