Para comprender la importancia del calzado debemos saber el trabajo que realizan nuestras las piernas, soportan nuestro peso a diario y acumulan cargas y tensiones hasta llegar a la sobrecarga en cada carrera, los sometemos a un estrés y podemos llegar a ocasionar lesiones si nuestro calzado no es el adecuado.
Lumbalgias, sobrecargas en aductores e isquitibiales, molestias en rodillas y fracturas en los tobillos por estrés son algunas de las consecuencias de un mal calzado traducido a una mala postura al correr.
Cada vez que pisamos, el tobillo se lleva la mayor carga al contactar mediante el talón con el suelo, el hueso calcáneo, la tibia y el peroné terminando en la rodilla que absorbe el impacto de la carga. Cada corredor tiene una pisada diferente y la forma en la que realizamos la toma de contacto contra el suelo influye en el resto de nuestro cuerpo.
Podemos decir que un corredor puede ser pronador, supinador o neutro dependiendo de como realize la pisada. La pisada cuenta con cuatro ciclos: Impacto, Apoyo, Impulso y Recuperación.
Pronador
Supinador
La supinación o infrapronación es cuando la pronación es minima y el pie golpea con el lateral exterior contra el suelo generando una carga laterar en todo el ciclo de la pisada. El impacto se realiza a través del tren inferior haciendo que las zapatillas del corredor supinador se desganten por la zona exterior del talón y la parte anterior exterior desplazandola o deformandola.
Neutro
La pisada neutraes la que nos permitirá utilizar una amplia variedad de zapatillas y el desgaste de la suela suele tener forma de S, comenzando desde el exterior del talón y finalizando en el interior de la parte anterior (dedo gordo del pie).
El analisis de la pisada o revisar el desgaste de tus antiguas zapatillas son los metodos de medición de tu pisada y así poder elegir el calzado mas adecuado a nuestro tipo de pisada para corregir la desviación en caso de que la haya.
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